Ni siquiera un día nublado pudo apagar la magia de una boda tan especial como esta. En un entorno de montaña espectacular, la pareja celebró su amor rodeada de naturaleza y del cariño de sus invitados.

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El catering de Cal Blai añadió un toque de distinción con platos exquisitos que deleitaron a todos, aportando calidez al ambiente íntimo y elegante de la jornada.

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Aunque el sol no hizo acto de presencia, el amor y la alegría fueron la luz que brilló en cada momento. Una celebración inolvidable que nos sentimos privilegiados de inmortalizar.

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Que tus fotos cuenten una historia tan única como tu boda.